Una sombra brillante y ardiente

Uno la retará. Otro luchará por ella. Y otro la traicionará.

Una sombra brillante y ardiente nos presenta una historia en la que la magia existe en el mundo y nos traslada a la época victoriana.

Allí, Henrietta es señalada como la ELEGIDA para acabar con los Antiguos, unos seres malvados y feos. En realidad Henrietta es un fraude, pero hará lo que sea para sobrevivir.

Personajes

—Henrietta: la "elegida". La típica protagonista: es bella, capaz, poderosa, todos se enamoran de ella (bueno, casi todos si eliminamos a los malvados del mapa), pero ella tiene una pobre opinión de si misma.

—Rook: amig de Henrietta desde pequeño, tiene unas cicatrices de su enfrentamiento con uno de los Antiguos que le hacen diferente.

—Magnus: el chico alegre, el "payaso", el que flirtea, que no se toma nada en serio. Parece que le van a dar más que eso, pero apenas se aprecia.

—Blackwood: pon al señor Darcy en un mundo lleno de magia y hechiceros y tienes a Blackwood. Ya está. no tiene más profundidad que esa.

Comentarios

—Románticamente hablando no he sentido a Henrietta con ninguno de los chicos, lo siento, el romance es lo que menos me he tragado de la historia. Además no se ha quedado con el chico que quería, puf!

—La información y aparición de los Antiguos me ha parecido insuficiente. Se han centrado demasiado en el entrenamiento de Henrietta. Que además, tampoco tiene sentido que los chicos estén entrenándose años para ser investidos como hechiceros pero oye, ella consigue ponerse al día en dos meses. Ya, claro.

—Hay momentos en los que quieres espachurrar a los personajes por su manera de pensar, porque se te olvida que la historia está situada en la época victoriana donde la mujer era apenas un adorno. Sin embargo, Henrietta no me ha parecido ni mucho menos una mujer de esa época, razón por la que tendía a olvidarlo.

—En realidad me ha gustado, pero pero es un poco meh, sinceramente esperaba mucho más. 

 

—Qué ver antes, durante y después:

Orgullo, prejuicio y zombis.
Muchos personajes me han recordado a Orgullo y prejuicio, qué le voy a hacer.