Creo que uno de los mejores momentos del año es cuando sacamos el árbol
medio adornado porque el año anterior nos cansamos de quitar bolas, y lo
vestimos elegante de nuevo.
Casi puedes ver los regalos a sus pies y recuerdas otras navidades y cosas
que pasaron en ellas.
Como aquella vez que... No recuerdo cuantos años tenía, pero eran pocos y
entonces...
Estaba durmiendo tranquilamente la noche de reyes cuando oí un ruido. Como
un plof. Obviamente me levanté para investigar y recorrí el pasillo hasta el
salón.
La suerte quiso que mis padres estuvieran mirando por la ventana, como si...
como si estuvieran viendo a alguien marcharse. Mis ojos se fijaron en los
bonitos regalos bajo el árbol.
Entonces mi madre se dio cuenta de que estaba ahí y me susurró:
-Vuelve a la cama, que los reyes se acaban de ir, pero pueden volver.
Y yo me fui corriendo de vuelta a mi cama, emocionada por lo que acababa de
vivir.
En realidad los regalos no venían de Oriente, sino del camarote, único lugar
en el que mis padres sabían que no los encontraríamos.
Y si tengo suerte, debajo de un paraguas me encontraré con mi príncipe (no a
Harry, a Harry no).
Modo historia on:
Y mientras la lluvia cae, me escondo debajo de una cornisa, esperando algo,
no sé qué. Como salido de la nada, con un paraguas rosa de Hello Kitty, un
chico se para delante de mí.
-¿Necesitas transporte?
Su blanca sonrisa trident white es suficiente para que me meta con él bajo
el paraguas. Me acerco y pego su cuerpo al mío para no mojarme.
-Agárrate-me dice agarrando con fuerza el paraguas.
Mientras caminamos yo solo puedo pensar en el calorcito en mi costado y en
que por una vez, no quiero que pare de llover. Gracias Hello Kitty, le guiño el
ojo al paraguas. Y quien sabe lo que pasará...
Modo historia off.
Haré de turista asiática enganchada a mi cámara de fotos y tomaré el té de
las cinco. No que aquí no lo haga ya. Ambas.
Prepararos tierras inglesas, allá voy. Y por mi pelo rojo puedo pasar por
una infiltrada muahahahaha.
Es definitivo, soy alérgica a los gatos. Pero mucho, mucho. Son como una bomba nuclear para mí. Tienen que estar lejos, lejos o explotaré en una masa de mucosa nada agradable.
Así que se acabó eso de poder convertirme en una viejecita sola rodeada de gatos.
Entonces, legión de hombres que estabais esperando, ¡venid a mí! ¿A qué estáis esperando?
Creo que la música es algo extraordinario. Da igual quién la cante, cómo la
cante y para quién la cante.
Esas notas, esas palabras, han salido de una persona que de alguna manera es
lo suficientemente valiente como para compartir una parte de su alma con el
mundo. Un ritmo que te hace sentir, te hace reír, bailar, llorar, pensar y que
sirve de puente entre personas.
Mientras crecía escuchaba canciones de mis padres, de Sabina, Perales,
Mocedades...
Más tarde, en mi adolescencia, me interesé por otro tipo de música,
escuchaba de todo, para ver qué era lo que a mí me gustaba: Spice Girls,
Backstreet Boys, McFly, Busted, La Oreja de Van Gogh, la canción del verano...
Ahora escucho música coreana, inglesa, española... me gustan las canciones
que me recuerdan a algo, que aunque no entienda la letra, su música me inspire.
Creo que nunca deberíamos de dejar de fascinarnos por la música,
¿Y cómo no nos va a fascinar tanto la música cuando dentro de nuestro cuerpo
mismo golpea implacable nuestro propio instrumento dando ritmo a nuestra vida?
¿Ese bum bum del corazón que cuando se acompasa con otro logra una orquesta
perfecta?
Hay una cosa en la vida sin la que no puedes vivir: Los libros. Y el helado. Pero del helado no se pueden hacer blogs. O sí. Pensaré en ello. Mientras leo. Y escribo. O escribo lo que leo. O mientras como helado mientras leo...